sábado, 25 de junio de 2016

¿Hasta cuándo le rendimos pleitesías al Verdugo?



Publicidad Engañosa y Seguridad UC

Asdrúbal Romero M. (@asdromero)


I-Propagandas para reír y/o llorar


Los venezolanos no podemos tapar el sol con un dedo. Sabemos que la cosa está muy dura. Con este audio comienza una de las múltiples propagandas manipuladoras que, reiteradamente, ha emitido el Gobierno con la finalidad de tergiversar la realidad (https://www.youtube.com/watch?v=rsYJr5uDmR8). Más adelante, la madre protagonista que cuando niña comía alimento para perro, según el guión, nos dice: Definitivamente, hoy vivimos mejor que antes. Hoy tenemos que comer. Tenemos vivienda. Tenemos salud. Tenemos educación gratuita…

 ¿Qué pueden pensar la inmensa mayoría de los venezolanos que están padeciendo la peor crisis social desde la Guerra Federal, cuando no pueden sustraerse de ser recipiendarios de un mensaje tan humillante a su inteligencia como ese? Además de indignación, a mí me ha dado por pensar si el Régimen habrá valorado cuál es el efecto real sobre los pretendidos destinatarios de una campaña comunicacional centrada en mensajes de ese estilo.  No se puede tapar el sol con publicidad evidentemente engañosa. Su efecto debe estar siendo exactamente el inverso al planificado, cuando se pretende de manera tan burda alterar la realidad.  A la gente no le gusta que la tomen por estúpida. Ya a esta altura son muy pocos, poquísimos, los fanáticos ideologizados que podrían tragarse ese cuento que da la impresión, más bien, de ser algún negocio de un boliburgués con una empresa de publicidad pagándole jugosa comisión a un enchufado dentro del Ministerio de la Desinformación.

Traigo a colación este pensamiento- sensación no porque me preocupe la efectividad comunicacional del Gobierno. Todo lo contrario, que siga así. Sino porque en la Universidad de Carabobo, en connivencia con la Gobernación del Estado, se está dando, con el tema de la Inseguridad, una confabulación publicitaria de corte muy parecido.


II-La noticia y su contexto


Me remito a los hechos, sin mayores preámbulos. “Comunidad de la UC se siente segura” es el titular de una noticia aparecida en NOTITARDE el 3 de junio. En su interior: foto de unos motorizados de la detestada GNB subtitulada “La comunidad universitaria agradece las medidas de seguridad conjunta de Gobernación y autoridades UC”.  También, las declaraciones de un representante estudiantil de la FCU cantando loas al Gobernador Ameliach, cito: “Es importante destacar que en años anteriores, nunca la Universidad de Carabobo fue tomada en cuenta por los gobiernos que pasaron, pero gracias a la revolución y al Gobernador Bolivariano del estado Carabobo hemos tenido soluciones”.

Para quienes sí conocemos la historia y la realidad de lo que está aconteciendo en materia de seguridad al interior del Campus, equivaldría a tomarse un litro de indignidad quedarse callado ante esta pretensión, de utilizar el nombre de nuestra venerable alma máter en la construcción de un relato publicitario exaltador de la imagen pública del Gobernador el cual, además, está absolutamente reñido con la verdad.

Pongamos las cosas en su lugar. Hay que señalar, lo primero, que el gobernador de nuestro estado está colocado dentro de la lista de los diez personajes con mayor poder político dentro de este nefasto régimen (cuenta la reciente historia oficialista que cuando Chávez iba a partir hacia Cuba, designó a Ameliach como el tercer vértice del triángulo de máximo poder del PSUV en aras de que los otros dos –Maduro y Cabello- no terminaran devorándose a mortales dentelladas). Nadie puede plantearse algún género de duda: ¡Ameliach es un actor en rol principal  de este crimen continuado contra el país! Mal puede erigirse, entonces, en la figura salvadora con relación a temas cuyo deterioro extremo es de la exclusividad responsabilidad del Régimen. Es como si el verdugo quisiese convertirse, por obra y gracia de la publicidad, en un alter ego protector de los carabobeños de todos los males y vicios que el chavismo ha sembrado a lo largo y ancho de nuestra pobre Venezuela.

Carabobo no escapa al problema de hambre que aqueja al país, pero uno observa: cómo a través de los medios de comunicación que él controla se difunde, diariamente, una costosa campaña para publicitar las insuficientes cantidades de bolsas de comida que la Gobernación reparte. Los testimonios de agradecimiento al “Benefactor” son parte de la utilería para intentar esconder el meta mensaje que algunos no podemos dejar de recibir: soy importante copartícipe de tu empobrecimiento hasta los tuétanos, pero agradéceme que no te dejo morir.

Como a la Universidad: el Régimen la ha puesto de rodillas en el más oscuro reinado de su inviabilidad, pero uno de sus generales, Ameliach, le exige reconocimiento a cambio de la entrega de cincuenta míseros cauchos y algunas baterías para que la flota de transporte no deje de circular, para que algunas iguanas en agónico estado de deterioro sigan yendo a los pueblos vecinos, a buscar un número cada vez menor de estudiantes ya que el alto costo de la vida les ha truncado a muchos el deseo de ser algún día profesionales universitarios.  El pactado acto de reconocimiento se hizo. Y nos mordimos la lengua. Uno puede comprender la posición PERDER- PERDER en la que el Régimen ha colocado a la alta gerencia universitaria. Si optan por un camino es malo. Denunciar desde la majestad de la Academia: la auténtica verdad sobre cómo la universidad pública y autónoma ha sido destruida por estos déspotas, implica el riesgo de sacrificar la exigua y mediocre operatividad que todavía se mantiene en pie. Pero el otro, el de rebajarse a admitir que lo que es un deber se tenga que publicitar como generosa dádiva, implica un sacrificio de valores y dignidad que ya va siendo intolerable. ¿Hasta qué límite llegamos en eso de rendirle pleitesías al verdugo?

III- La dantesca realidad


¿Hasta dónde alcanza nuestra cota máxima de tolerancia ante esa ópera bufa? Debe ser obvio de este texto que la mía ha sido sobrepasada. Lo ha logrado esa engañosa campañita “UC SEGURA” en la que parecen confluir intereses de los dos lados, autoridades y gobierno regional, en querer crearle a la comunidad una falsa sensación de seguridad. Cuando la verdad es que ambos se han ganado un vergonzoso NC –No cursó- en la asignatura de brindar una medianamente adecuada protección tanto a las personas como a los bienes dentro de la UC.  Todos los días, ¡todos!, ve uno a través de las redes sociales denuncias: profesor de Ingeniería atracado con sus alumnos en pleno salón de clase; estudiantes de Ciencias de la Salud, u Odontología, encañonados en el Psiquiátrico para quitarle sus pertenencias; los amigos de lo ajeno sustrajeron cinco aires acondicionados y varias computadoras del Departamento X y así podríamos continuar ad infinitum.

No sólo es el riesgo físico y de perder la vida que corren las personas naturales. El patrimonio de la UC está siendo saqueado a mansalva. La Dirección de Control de Estudios Central, lo que ahora llaman DIGAE, lleva casi tres semanas paralizada-una dirección tan neurálgica como esa-, porque los choros tuvieron la oportunidad de trabajar varias noches seguidas para dejar sin servicios a esa dependencia. La primera noche desarmaron y se llevaron todas las tuberías de cobre de las unidades de Aire Acondicionado y varios ramales de alimentación eléctrica de las mismas. En la segunda noche, aunque existe una versión de que también hubo una tercera, concluyeron cómodamente su labor y terminaron por llevarse todo lo que les faltaba: acometidas eléctricas –cable costoso y difícil de conseguir-, el resto de los conductores eléctricos para alimentación de luminarias y tomacorrientes, breakers, etc. Dejaron totalmente inoperativa a esa dependencia y al director pegando gritos de la “arrechera”. No sin razón. ¿Cómo pudieron trabajar tan libremente la segunda noche, y hasta la tercera, cuando ya PIPSUC estaba informada de lo que había ocurrido la primera? ¿Cómo se explica tanta desidia?

A veces es necesario caer al nivel de las tuercas y los tornillos, aunque no sea muy de mi agrado, porque cuando se denuncian cosas tan graves de manera muy general, hablamos antes de un vergonzoso NC, se corre el riesgo de perder credibilidad sino se acompaña la denuncia con hechos concretos, el nitty- gritty del asunto. En esta columna no se denuncia por denunciar. Más bien todo lo contrario. Cuando se llega a ello, es porque nuestras neuronas están tan despolarizadas por tantos disparos pre sinápticos, que no les queda más remedio que dispararse. Este sonado caso así como algunos otros que no voy a mencionar, evidencian una carencia gerencial interna que ha convertido a la Dirección de Seguridad Interna, PIPSUC, en una sombra de lo que era. Justo cuando el desastroso contexto externo de florecimiento exponencial y sin límite de la delincuencia e impunidad aconsejaba todo lo contrario.


IV-Alianza antinatura con el verdugo


No obstante, a pesar de las falencias institucionales en esa materia, sigo manteniendo que el responsable principal de la crisis de inseguridad interna es el Gobierno Nacional, con uno de sus “gobernadores estrella” incluido, porque ha sido esta gestión revolucionaria la que nos ha retrotraído a este estadio pre barbárico de una guerra de todos contra todos. Ha sido esta la razón por la que unas autoridades universitarias, con el consentimiento mayoritario de la comunidad, se han visto en la necesidad de recurrir a los organismos públicos de seguridad a fin de poder mantener el orden y la seguridad dentro de la Institución. ¡El recurso del ahogado! Algo que era impensable en aquellos tiempos de los “gobiernos que pasaron”,  de los cuales el joven representante de la FCU habla sin saber nada, porque la comunidad no lo habría tolerado.

La seguridad interna siempre fue de la competencia y responsabilidad exclusiva  de las instituciones, de conformidad a lo preceptuado por el artículo séptimo de la Ley de Universidades –el cual preveía una excepción muy pocas veces utilizada-. Siempre fue un tema complejo; un auténtico quebradero de cabeza para Rectores y Vicerrectores Administrativos. Los indicadores de desempeño en esta área de gestión siempre estuvieron distanciados de lo óptimo, pero nada que ver con este desastre actual en el que la descomposición del país se nos cuela a través de la más mínima rendija.

No me venga entonces este gobernador con la pretensión de incorporar a nuestra alma máter en su portafolio comunicacional de publicidad engañosa. Es su deber coadyuvar a mejorar la seguridad dentro de la UC y punto. No hay nada que agradecerle. Máxime cuando él ha sido agente activo del problema y hasta ahora mal protector. El rol de las autoridades es exigir verdadera protección. No creo, a estas alturas, que deban seguir siendo cooperantes por omisión de esa pretensión de erigirse en el “Benefactor de la Universidad”. Ni buscar tapar sus propias carencias mimetizándose, también, bajo una campaña engaña bobos como las que acomete el gobierno. La universidad es una comunidad intelectual. Cada cual sabe perfectamente lo que realmente acontece dentro del campus universitario. ¿A quién creen que pueden engañar?

Desde las cornisas más altas del edificio de FACES, todos los días, unas gigantescas pancartas les recuerdan a los transeúntes comunitarios lo insegura que está la Universidad. En el interior de sus cerebros, la cadena de texto “UC Segura” activa las neuronas que recargan la conciencia con el mensaje contrario. El malestar que reina con relación a la campaña manipuladora se profundiza. Algunos se preguntan si la cúpula universitaria no habrá perdido contacto con la realidad. Otros, los que habrán leído la noticia publicada en NOTITARDE, pensarán que los mochos se juntan para rascarse. Lo peor que podría pasar es que los universitarios llegasen a internalizar  esa sociedad de intereses con el verdugo como algo razonable, cuando moralmente, al menos para mí, es antinatura. ¿Hasta cuándo ese flirteo con quien tanto daño nos ha perpetrado?






4 comentarios:

  1. Como siempre, muy lúcido, mi estimado sensei Asdrúbal, aunque siempre hay cosas con las cuales uno podría no estar de acuerdo. Un precisión de forma: esas pancartas que dicen "UC SEGURA" ¿no están más bien en el edificio de FACE en lugar del Edificio de FACES? Esa "S" al final, como algunas comas, hacen una diferencia importante.
    @GustavoAGuevar3

    ResponderEliminar
  2. Hola Prof. Asdrúbal. Existen elementos objetivos sobre el rol criticable del gobernador Ameliach que van más allá del hecho de su relación directa con el gobierno actual y el chavismo que le dan fuerza contundente a las denuncias. 1) la vinculación de Ameliach y Héctor Breña con los guisos de los cupos de vehículos y su complicidad con la burocracia sindical de Chrysler, por ejemplo. 2) la represión directa via policarabobo contra los trabajadores tercerizados de Proagro-Protinal. 3) la complicidad moral y política en el asesinato de Génesis Carmona. Son algunos de los elementos necesarios y contundentes...un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Hola Prof. Asdrúbal. Existen elementos objetivos sobre el rol criticable del gobernador Ameliach que van más allá del hecho de su relación directa con el gobierno actual y el chavismo que le dan fuerza contundente a las denuncias. 1) la vinculación de Ameliach y Héctor Breña con los guisos de los cupos de vehículos y su complicidad con la burocracia sindical de Chrysler, por ejemplo. 2) la represión directa via policarabobo contra los trabajadores tercerizados de Proagro-Protinal. 3) la complicidad moral y política en el asesinato de Génesis Carmona. Son algunos de los elementos necesarios y contundentes...un abrazo

    ResponderEliminar

Aunque lo he intentado por múltiples vías a mi se me hace imposible responder comentarios en este blog. No quiere decir esto que no los lea.