miércoles, 13 de noviembre de 2019

Un trabajo que me hubiese gustado escribir






    PRIMERA PARTE

    "LA VENEZUELA SUI GÉNERIS AL BORDE DE UN COLAPSO APOCALÍPTICO"



    Dr. Hugo Mena Keymer



    ¿Cómo se sale de este caos? ¿Qué es y cómo se viabiliza la opción militar? ¿Qué significa que cerca de medio millón de personas hayan emigrado en mayo?



    A- El punto de partida.


    1.-Venezuela tiene un régimen político sui géneris. El régimen político venezolano, si bien es una dictadura institucionalizada - es decir, su origen fue democrático pero en su ejercicio del poder político destruyó la separación e independencia de poderes del Estado, la libertad y la democracia - no es una dictadura tradicional. Corresponde a una narco cleptocracia cívico-militar totalitaria y corrupta conformada por un entramado de mafias criminales, cada una con intereses económicos distintos: las mafias del tráfico de oro, tráfico de coltán, tráfico de armas, narcotráfico, tráfico de comida (negociado de las cajas CLAP), tráfico con menores (prostitución infantil), tráfico de emigrantes, negocios ilícitos con divisas vía diferencial cambiario amparado por el Banco Central, secuestro, extorsión, reclutamiento de menores para la guerrilla, redes de testaferros para el blanqueo de capitales ilícitos en el exterior, entre otras. Tales mafias criminales operan protegidas militarmente por un sector (minoritario) de las FFAA y por grupos de la ex guerrilla desmovilizada de Colombia (ELN, FARC), por carteles de narcotraficantes armados (el capo del Cartel de Los Soles es Diosdado Cabello, quien preside el Politburó de Maduro), grupos terroristas islámicos (Hezbollah, ISIS) y grupos paramilitares civiles auspiciados por el régimen ( asesorados y reforzados por cubanos, iraníes y la ex guerrilla colombiana). No existe un control centralizado de tales mafias; estas son relativamente independientes entre sí, encabezadas por diferentes caudillos, funcionarios civiles y militares del régimen. Cada mafia respeta los diferentes espacios de negocios ilícitos de las otras mafias criminales. De modo que si bien Nicolás Maduro es el tirano que encabeza el régimen, él y sus más cercanos en el poder ejecutivo no controlan todo el poder al interior de sus huestes, pues dicho poder está segmentado entre las diferentes mafias criminales que conforman la narco cleptocracia cívico-militar. 


    En rigor, a la definición anterior del régimen político venezolano también habría que agregarle el calificativo de “comunista”, a fin de incorporar el carácter populista-estatista de su política económica (control generalizado de la actividad económica por parte del Estado). Sin embargo, no lo estimo esencial para efectos de describir lo que realmente es relevante de destacar del régimen político venezolano: el tema ideológico es, a mi juicio, accesorio. De hecho, la mal llamada “Revolución Bolivariana” no fue más que un albur ideológico. Y la política pública ha sido y es diseñada y administrada por una cacocracia, que también está vinculada a las redes de corrupción del régimen.

    El régimen se mantiene solo mediante la fuerza de las armas (últimas encuestas no le dan más de un 10% de apoyo popular). Cuenta con un aparato represivo bien estructurado – controlado en parte por Maduro y en parte por Diosdado Cabello - que hostiga, secuestra , tortura y asesina a la población que disiente públicamente del régimen. De acuerdo con el registro del Foro Penal Venezolano, hay 550 presos políticos, es decir, personas detenidas por razones políticas en el marco de las manifestaciones callejeras contra el régimen de Nicolás Maduro (443 civiles) y militares (107) detenidos por sospecha de presuntos "actos conspirativos". Se mantiene un sistema de detención selectiva de militares y familiares de militares, entre los cuales están varios que han “desaparecido forzosamente” y cuyo paradero se desconoce (no incluido en la estadística anterior). A ello se le agregan las más de 12.000 ejecuciones extrajudiciales reportadas por Amnistía Internacional desde el 2015 hasta el presente año. Estas ocurren en las zonas más pobres de la población; el régimen las utiliza como instrumento de amedrentamiento y de intento de apaciguamiento de las protestas ante la escasez de comida, medicamentos, atención hospitalaria, electricidad, agua potable, gas y (más recientemente) gasolina. Paramilitares denominados “colectivos” y otras fuerzas especiales represivas hacen seguimiento a manifestantes después de las protestas para ver dónde viven; marcan sus viviendas, amenazan a las familias, secuestran, torturan, y asesinan de noche. El régimen venezolano impone así un terrorismo de Estado. El régimen viola sistemáticamente los DDHH y comete crímenes de lesa humanidad. La Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Nacional y de la OEA hacen seguimiento estadístico a estos hechos.

    2.-Un país con una inédita duplicidad de poderes del Estado. En Venezuela cohabitan dos encargados del poder ejecutivo : uno ilegítimo, que tiene el poder de las armas (Nicolás Maduro); otro legítimo, pero que carece de dicho poder (Juan Guaidó). Ninguno de los dos es un presidente electo mediante una elección libre y democrática con sufragio universal. Esta duplicidad se reproduce en los otros poderes del Estado. En efecto, coexisten dos parlamentos: uno legítimo (la Asamblea Nacional), electo mediante sufragio universal, pero que de facto carece de facultades legislativas, con un tercio de sus diputados presos, resguardados en embajadas o en exilio forzoso, y 121 diputados sometidos a acoso y amenazas. Otro ilegítimo, de facto, la Asamblea Nacional Constituyente (el Politburó de Nicolás Maduro, presidido por un narcotraficante: Diosdado Cabello) que sí tiene facultades legislativas. Coexisten dos Tribunales Supremos de Justicia (TSJ) y dos Fiscales Generales de la Nación: los legítimos, electos conforme a la Constitución, operan desde el exilio, pero sus pronunciamientos y dictámenes son desconocidos por el TSJ y Fiscal Nacional bajo control del régimen. Estos últimos representan poderes inconstitucionales (irrelevante, pues no hay Estado de derecho).

    La transición a la democracia en Venezuela pasa por la supresión de los poderes fácticos del Estado, la plena vigencia del actual poder legislativo representado por la AN, y la restauración del poder judicial constitucionalmente electo que opera en el exilio.

    3.- En Venezuela coexisten dos FFAA distintas. Hugo Chávez inició un proceso de cooptación ideológica de las FFAA (éstas debían estar "al servicio de la Revolución Bolivariana"), aunado a una cooptación económica de éstas destinada a comprar lealtades. Inicialmente ello se dio a través de la participación de oficiales y generales en altos cargos de empresas públicas y de la administración del Estado. Allí comenzó la corrupción cívico- militar. Esto se fue acentuando a través del tiempo, extendiéndose la participación de las FFAA hacia una serie de negocios ilícitos de forma conjunta con funcionarios civiles del régimen, todo lo cual se consolidó y acentuó aún más durante el régimen de Nicolás Maduro. Surgió así un entramado de mafias cívico- militares corruptas y criminales vinculadas al tráfico de drogas, de oro, coltán, de armas, al crimen organizado, etc. Esta es la FFAA leal al régimen . Una FFAA corrupta, minoritaria, que sostiene a Nicolás Maduro y sus mafias criminales en el poder, participa de las ganancias ilícitas de la cleptocracia y funge de soporte armado del narco Estado. Y, por otra parte, existe una FFAA mayoritaria, no corrupta, que no usufructúa de los negocios ilícitos de la narco cleptocracia; una fuerza armada profesional, disidente al régimen, cuyas familias también sufren los efectos de la crisis económica y humanitaria. Esta FFAA profesional y disidente al régimen está secuestrada por la inteligencia y contrainteligencia cívico -militar del G2 Cubano (hay alrededor de 2000 agentes de inteligencia y contrainteligencia cubanos enquistados en las FANB). La FFAA disidente ha sido sometida por la FFAA leal al régimen, mantenida a raya por el G2 Cubano a través del miedo a represalias, las cuales incluyen secuestro y tortura a sus familiares . Hay más de 250 militares presos y torturados, de distintos rangos. Alrededor de 3.500 militares han desertado y emigrado de Venezuela. 

    4.- Venezuela tiene una situación económica y social sui generis.

    En lo económico. Una economía saqueada durante dos décadas que está literalmente en ruinas. Las estimaciones preliminares de dicho saqueo acumulado dan cifras del orden de los US$ 400 mil millones (como mínimo). La Gran Depresión lleva 5 años, superior en profundidad y duración a cualquier otra en América en últimos 100 años. El PIB per cápita del 2018 equivale al existente hace 71 años atrás. La producción de PDVSA (91% de de divisas lícitas provienen de exportaciones petroleras) ha caído sistemáticamente en últimos seis años. Hace poco más de una década, se producían 3,2 millones de barriles por día: hoy no sobrepasan los 750 mil barriles diarios. Venezuela tiene una hiperinflación que bate récords mundiales: 1.370.000% el año pasado (FMI) y 10 millones por ciento proyectado por el FMI para este año (4,5% diario). Esta última proyección de inflación puede quedar sobrestimada a costa de una significativamente mayor caída en el PIB que la proyectada por el FMI para este año (- 25%). En efecto, la reciente paralización del sector transporte causada por la aguda escasez de gasolina está afectando a todo el resto de los sectores económicos, lo cual, aunado a la persistencia de la crisis eléctrica podría llevar a que la caída del PIB de este año bordeara el 40%. Asimismo, la proyección de 44,3% para la tasa de desempleo este año anticipada por el FMI también se quedará corta; muy probablemente ésta sobrepasará el 50%. Por otra parte, la tasa de expansión monetaria en Venezuela se compone exclusivamente de la tasa de crecimiento del crédito interno al Fisco (la Tesorería General de la República y el Banco Central son socios indistinguibles). Esta es la fuente primaria de la hiperinflación ( cuya contrapartida son básicamente el desfalco y la corrupción). El crecimiento en el crédito bancario es prácticamente nulo pues el Banco Central impuso, en febrero del presente año, una tasa de encaje marginal de 100% sobre los depósitos bancarios (lo cual contribuye aún más a la recesión). Existe una crisis en el sistema de intercambio producto de una aguda escasez de efectivo, la cual se originó a partir de la instauración del nuevo cono monetario (el bolívar soberano) en agosto del año pasado (le quitaron 5 ceros a la unidad de cuenta anterior). Por materializar dicho cambio de cono monetario antes de tener completada la logística para su implementación, el Banco Central generó una crisis de liquidez de proporciones gigantescas, que obligó a los bancos comerciales a racionar el efectivo (un especie de corralito bancario a la venezolana). Ello tuvo dos consecuencias nefastas. Por una parte, surgió un mercado negro de billetes correspondientes al nuevo cono monetario (de modo que a la inflación en bienes se le sumó una inflación en billetes). Por otra, se generó un sistema de precios dual, en el cual un mismo bien o servicio tiene dos precios distintos dependiendo del medio de pago específico que se utilice en la transacción: un precio más bajo si la transacción se materializa en efectivo, usando los nuevos billetes, y uno mayor en caso contrario (usando medios de pago electrónicos). De modo que la crisis económica también se ha traducido en un incremento muy significativo en los costos del intercambio, lo cual ha perjudicado especialmente a los sectores más vulnerables de la población. Hoy en día una parte de la economía está dolarizada, otra parte utiliza la moneda colombiana, otra parte utiliza el bolívar soberano y otra está comenzando a utilizar el trueque. El creciente uso del trueque en Venezuela responde a varios factores. La hiperinflación sin duda es uno. Pero también contribuyen la escasez de efectivo en bolívares soberanos y el hecho de que las transacciones electrónicas se hagan cada día más difíciles debido a la crisis de energía eléctrica y fallas generalizadas y prolongadas en el servicio de internet.

    Por añadidura, la corrupción y desfalco han dejado al Banco Central con reservas internacionales exiguas. A pesar de la opacidad en la información de reservas internacionales del Banco Central, la AN ha logrado determinar que, en los últimos años, el principal mecanismo de drenaje de reservas internacionales corresponde al oro. Ello habría tenido dos contrapartidas. Por una parte, el régimen, de manera ilícita, ha ido extrayendo toneladas de oro de las bóvedas del Banco Central, y las ha sacado del país valiéndose de bandas de contrabandistas y de diversas instituciones en “países amigos”. Por otra parte, al no honrar compromisos financieros internacionales (adquiridos sin la autorización de la AN, por cierto) , ha obligado a sus prestamistas a ejecutar garantías en oro. Es el caso, por ejemplo, del préstamo en efectivo por US$ 750 millones a cinco años otorgado por la banca alemana (Deutshce Bank) en el 2016 . Se desconoce el destino de tales recursos (se presume que buena parte fueron robados). Por incumplimientos en la amortización de ese préstamo, dicho banco alemán ejecutó una garantía de 20 toneladas de oro . En octubre del 2018 se supo que el régimen dejó vencer una operación de canje, por lo que ese mismo banco alemán se quedó con 45 toneladas de oro, lo que en ese entonces representaba un cuarto del total de toneladas de oro que Venezuela tenía en el exterior. La AN ha estimado que Venezuela ha perdido al menos 764 toneladas de oro durante los regímenes de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. PDVSA , que ha sido la principal fuente de corrupción y saqueo, está prácticamente quebrada: sus volúmenes de producción (decrecientes en el tiempo) son insuficientes como para aportar significativamente a la disponibilidad de divisas, más todavía cuando parte de ella se destina a amortizar deudas a China, Rusia, y a ventas subsidiadas o donaciones a Cuba. De modo que , en lo fundamental, el régimen se provee de recursos en divisas a través del narcotráfico, tráfico de oro, de coltán, de armas, y por la participación en las ganancias del crimen organizado internacional enquistado en territorio venezolano. En consecuencia, la herencia del régimen de Maduro para el gobierno de transición a la democracia será una economía prácticamente sin reservas internacionales.

    En lo social. Poco más del 25% de su población residente fue declarada bajo “emergencia humanitaria compleja” por las Naciones Unidas. Según informe reciente del equipo técnico de la Comisión Especial de Seguimiento a la Ayuda Humanitaria de la Asamblea Nacional, 19,8 millones de venezolanos están en condiciones de vulnerabilidad por la Emergencia Humanitaria Compleja y 6,9 millones se encuentran sin acceso a medicamentos. Un 80% de los hogares presenta riesgo de inseguridad alimentaria, debido a que 90% de la población no tiene ingresos suficientes para comprar alimentos (ENCOVI). En mayo se requerían más de dos salarios mínimos DIARIOS para que una familia de cinco miembros pudiese adquirir la canasta alimentaria familiar (CENDAS - FVM). Y ello excluye otra serie de productos de primera necesidad (higiénicos, medicamentos, etc.). Lo anterior se complementa con la escasez de alimentos, actualmente agravada porque los productores agrícolas pierden buena parte de sus ya mermadas cosechas en virtud de que el racionamiento de gasolina – que no tiene visos de solución mientras se mantenga el régimen de Maduro en el poder- inmoviliza al transporte de carga. Este problema agudo de transporte no sólo afecta negativamente a la comercialización de productos agropecuarios, sino a todos los sectores de actividad económica. El mencionado problema de racionamiento de gasolina ha generado un mercado negro de gasolina en torno al cual han emergido una serie de mafias que profitan de la desesperación de la gente por no poder movilizarse en sus vehículos y de aquellos que dependen del transporte de carga para poder sobrevivir. La aguda escasez de gas doméstico ha forzado a vastas comunidades a regresar al siglo XIX y cocinar con leña, cuestión que en los sectores urbanos resulta bastante más difícil que en los rurales y que contamina significativamente el medio ambiente.

    Conforme a las últimas estadísticas de pobreza disponibles al mes de abril, un 90% de la población está bajo de la línea de pobreza, y dos de cada tres venezolanos están en extrema pobreza. Dichas cifras aumentan todos los días. Venezuela perdió 3,5 años en la esperanza de vida al nacer, cuestión que sólo es comparable con los países de la federación rusa durante la crisis de disolución de la Unión Soviética, o con Camboya, luego de la guerra de Vietnam. Esta catástrofe humanitaria ha causado una migración forzada nunca antes vista en América; quizás sólo comparable con la de algunos países que han estado en guerra.

    Expertos han estimado que el volumen de recursos necesarios para que Venezuela pueda volver a ser autovalente es del orden de los US$ 200 mil millones. Dicha cifra equivale, en dólares de hoy, a alrededor del 70% del valor de las reparaciones de guerra que tuvo que pagar Alemania a los Aliados después de la segunda guerra mundial. 

    Este conjunto de características económicas, sociales, políticas, jurídicas e institucionales, ¿conforman un escenario comparable a otras dictaduras militares tradicionales que han existido en América Latina? Claramente no. El caso venezolano es idiosincrático. Y las transiciones a la democracia, para que tengan éxito, deben necesariamente internalizar el conjunto de características esenciales que resultan pertinentes para definir al régimen totalitario del cual se pretende salir.


    Nota del Editor (ARM): Por su extensión, el trabajo se ha decidido fraccionar en dos partes. No es un artículo sino un ensayo muy completo sobre la situación actual de Venezuela. En mi opinión: es el trabajo que he leído que refleja en mejor medida nuestra situación. Escrito desde una perspectiva distante, por ende: más objetiva y desemocionalizada, nos aporta muchos elementos que ayudan a construir en el íntimo plano personal una opinión más realista y proactiva de cara a la obligación de contribuir a ensamblar una salida.
    El enlace a la segunda parte:
    https://quepasaenlauc.blogspot.com/2019/11/2gda-parte-la-venezuela-sui-generis.html

    No es necesario este enlace si se accede al blog a través de la pc, pero puede serlo si se accede desde un móvil.

    5 comentarios:

    1. Excelente, yo la agregaría el jalabolismo del ciudadano común a los enchufados y a los militares, el arrodillamiento progresivo en el que hemos caído y la indolencia de esta generación por nuestro suelo por nuestra patria, en general la depresión es aislante y sofocante porque ninguna de las dos opciones benefician ni emigrar ni quedarse

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    2. Si coincido contigo, es un buen análisis por su contenido; difícil de digerir por la tristeza y deterioro de nuestro país. Le agregaría el cómo llegamos a esa situación, como dejamos que ese proceso se extendiera y prácticamente cada día más difícil salir de ello...

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    3. Muy interesante el “viaje” emprendido por el autor sobre las distintas dimensiones (económicas, sociales, políticas, etc.) de la crisis en Venezuela. Comparto plenamente su conclusión final “El paso del tiempo corre a favor del régimen y en contra del pueblo de Venezuela”. Ojala la dirigencia opositora tome conciencia sobre este aspecto.

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    4. Tremendo embuste efecto del consumo de estupefacientes y p oi r eso la oposición venezolana solo da ascoooo.

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    5. Pobre enfermo vende patria

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    Aunque lo he intentado por múltiples vías a mi se me hace imposible responder comentarios en este blog. No quiere decir esto que no los lea.