No he echado en saco roto mi compromiso de comentar el libro de Michael Gazzaniga, "El Instinto de la Consciencia", al cual hicimos un pre comentario en el anterior post. Estamos en eso, pero... A ver, el libro se las trae. Mientras tanto, un brillante miembro de nuestro claustro académico ucista, el Dr. Orlando Arciniegas, hace una corta reflexión sobre el país que he considerado imperdonable no compartirla. Corta, pero suculenta, muy suculenta. Una convocatoria a una reflexión que no se ha dado, que sigue sin darse y que es indispensable pasar por ella. Por no reflexionar es que andamos como andamos. ¡Igual en la Universidad!
¿Por qué se jodió Venezuela?
Orlando Arciniegas
Es una discusión que, en algún momento, debemos procurar, cuidando de no dejarla para las calendas griegas.
Esta pesadilla de un populismo ruinoso a cargo de una anacrónica élite política atrincherada en un Ejecutivo desmedido y rico, nos la hemos buscado. No es una catástrofe natural. Y es, además, como pudiera decir San Agustín, el resultado perverso de persistir por mucho tiempo en el error.
No haber sido políticamente conscientes del necesario equilibrio y de contrapesos que debe existir entre un Estado democrático, al que corresponde desarrollar una institucionalidad de protección ciudadana, y la sociedad civil, con su multiplicidad de asociaciones y las formas económicas privadas, a los fines de la sustentabilidad y preservación de la democracia liberal, la democracia de los ciudadanos, nos condujo a esta ominosa realidad.
La de un Ejecutivo presidencialista apropiado en su expansión de otras formas estatales (las de Justicia, electorales y las de protección ciudadana, principalmente) y que, por ser a la vez el administrador monopólico de la renta petrolera, se independiza de su sociedad civil y del control ciudadano, erigiéndose en un Leviathán con arrestos totalitarios, para lo cual cuenta también, como es el caso, con el control absoluto del aparato militar y represivo.
Pongamos al frente de ese hipertrofiado Estado un caudillo iliberal, con afanes mesiánicos y totalitarios y sin ninguna tradición de lucha civil, y tendremos completo el relato del chavismo. ¡La pesadilla de la destrucción del país!
Impecable reflexión de nuestro estimado y querido amigo Dr Orlando Arciniegas, descripción impecable de la orfandad intelectual de la dirigencia política Venezolana. Gracias Asdrubal por compartirlo. La sana reflexión y la inteligencia son impermeables a la estupidez y un antivirus contra el totalitarismo de derecha o izquierda
ResponderEliminar