Otra vez el debate sobre la MUD
Asdrúbal
Romero M.
El comunicado de la MUD con relación a la marcha convocada por Leopoldo López ha vuelto a colocarla en el centro del debate. Resumo las críticas en un sencillo texto de un amigo que sin adornos expresa lo que hemos venido sintiendo muchos sobre su accionar: “En oportunidades parece más un sindicato de partidos que una organización capaz de entender la realidad nacional y liderar al pueblo en esta hora menguada”. Este reclamo no es nuevo. Ha sido parafraseado en miles de formas por los más importantes columnistas políticos del país. Tanta ha sido la presión de la opinión pública desde el 2012, que la MUD anunció un plan de transformación basado en las recomendaciones plasmadas en el Informe Hospedales. Es pertinente recordar que este informe fue el resultado de un trabajo por varios meses de una comisión integrada por muy distinguidos venezolanos, que la misma MUD designara bajo la denominación: Comisión para la Estrategia de la Mesa de la Unidad Democrática. Arrancó a trabajar justo después de las elecciones del siete de octubre de 2012 y presentó sus sensatas recomendaciones en enero de 2013. Lo constituyen catorce páginas que bien vale la pena leerlas. De ellas, me voy a permitir destacar un texto contenido en el aparte 28 de su capítulo III titulado: La estrategia necesaria. Transcribo: “La MUD debe discutir si deja de comportarse como una coalición electoral para actuar también como una gran alianza estratégica y político-social en vinculación orgánica con la sociedad para construir fuerzas mediante la representación y el acompañamiento social en el trabajo de base”.
¿Por qué lo destaco? Porque la carencia de articulación de la MUD con la sociedad civil ha sido, en mi opinión, la principal causa para que en este país, el cual sin duda se encuentra inmerso en un tornado cuyo impacto destructivo a estas alturas sigue sin ser totalmente avizorable, no se genere un estado social de protesta pacífica generalizada conducente al necesario e impostergable cambio político. Este, por supuesto que debe darse dentro del marco constitucional, pero ello no implica que tenga que concretarse a través de un proceso electoral. La negativa sistemática de la MUD a reconocer que la situación real del país rebasa la dimensión exclusivamente electoral, condena a quienes vamos tomando conciencia del cataclismo que nos arrasa a ser testigos impotentes de tan desastrosa destrucción. Dentro del estrato social C hacia arriba comenzamos a ser mayoría y esto explica que el creciente fenómeno de desafección política no sólo se dirija hacia el polo gubernamental, sino también hacia el polo de la oposición institucional. Se repite aquello del castigo hacia los dos polos del bipartidismo, con la excepcional circunstancia que uno de los polos ni siquiera ha llegado a ser gobierno.
Pero este castigo lo que hace es dañarnos a nosotros mismos. La ruta impuesta por la MUD no pinta bien, ni siquiera en lo electoral. Se ha generado un espacio creciente de desafección extremadamente tentador para opciones alternativas, terceras vías, o como se les quiera llamar -los afectos a la MUD seguramente las calificarán de divisionistas-, que teniendo razones legítimas para insurgir dentro del cuadro político terminarán por complicar el espectro opositor al fragmentarlo en pequeños pedazos. Si esto llegare a ocurrir, ya veremos a los de la MUD endilgar todo tipo de epítetos a los que se atrevan a patearle en la parcela opositora y nunca reconocerán que ellos son consecuencia de su propia falta de iniciativa, tal como ocurrió cuando se planteó LA SALIDA. El daño ya estará hecho y podría resultar de carácter irreversible. Por esto es que yo siempre me he adscrito a la plegaria cantaleta de que la MUD se transforme en otra MUD: más abierta; “incorporando a diversos sectores sociales, en atención a su representatividad, sin que dichas adiciones resientan la eficacia de la Mesa a la hora de tomar y ejecutar decisiones” (Aparte 30 del supramencionado informe). En aquella oportunidad no lo hicieron. Las conclusiones de la comisión pasaron a ser letra muerta. Aveledo renunció para posibilitar la transformación que nunca se concretó. Y hoy podemos decir que el remedio fue peor que la enfermedad.
Porque además, cada vez es más evidente la ocurrencia de algo más grave: la conformación de una alianza interna dentro de la MUD con la finalidad de hegemonizarla y “pulverizar la disidencia”. Actores allí adentro, como María Corina, Andrés Velásquez y otros podrán decir misa pero hasta allí, al menos esa es la pretensión. La lógica petición de María Corina de que se concertara una posición política ante las innumerables denuncias internacionales sobre narcotráfico en Venezuela que aluden a connotadas personalidades del Régimen se quedó sin respuesta. Quizás esta novel situación, una subMUD dominante con pretensiones hegemónicas, explique la explosión de rebeldía: un significativo número de partidos pertenecientes a la MUD participó en la marcha organizada por Voluntad Popular; muchas MUD regionales desestimaron la orden centralista y se rebelaron por la vía de los hechos. El comunicado quedará, sin embargo, como un retrato imborrable de la obcecada pretensión de tan anacrónica subMUD de castigar a los que sí han tenido iniciativa, mientras ellos se aferran a la tesis electoralista. El insólito comunicado provocará tumulto, refriegas internas, pero también una clara lección que deberán procesar a la luz del éxito de la convocatoria. La opinión pública ha hablado con claridad y su voz ha sido poderosa. El mandato es obvio: la MUD cambia o se queda para alimentar paticos. Mis esperanzas, que se desvanecían, vuelven a renacer en la convicción de que la combinación Comunicado+ Exitosa Marcha Nacional del 30 de mayo se convertirá en el hito necesario para la transformación de una MUD que ahora tiene candidatos y estos serán los primeros actores políticos interesados en que ese proceso genere la consolidación de una relación MUD- Sociedad.
Hace unos días, cuando nuestro amigo Edgar Caraballo difundió por su agencia particular de noticias el comunicado de la MUD, sentí un estremecimiento al leerlo y me vi impelido a responderles y expresar mis pensamientos-sentimientos al respecto. Lo hice y le pedí a Edgar que lo difundiera por la misma vía. Claro está, lo hago con mucha pasión y no con la ponderación de Asdrubal Romero en su artículo, pero debería estar claro que esa pasión, y con palabras todavía más crudas que las mías, son las que están repitiendo mucha gente de la oposición, fuera de la formalidad que seguramente exige un escrito para ser publicado. Me veo identificado en el artículo de Asdrúbal, porque expresa lo mismo que hice sin cuidarme de formalidades. Me aprovecho oportunistamente de este espacio y copio aquí lo que escribí. ustedes verán si hay identificación o no. Bravo, Asdrúbal.
ResponderEliminar"¿Quién los entiende a ustedes? Al fin y al cabo no dijeron nada. ¿Las elecciones? ¡Claro que vamos a participar en las elecciones! Pero no.necesariamente hay que sentarse a esperar a que llegue la fecha sin hacer más nada. ¿A qué le temen? ¿A qué están jugando? ¿Abandonando a quienes se están batiendo contra el oprobio y sufriendo las peores consecuencias es como piensan ustedes que van a lograr la unidad? ¿Ustedes no se dan cuenta en las contradicciones en que están cayendo por huirle a quién sabe qué?.
Ustedes mismos lo han dicho, lo acabo de leer en su comunicado: "...el deber de la Unidad Democrática es acompañar, apoyar, articular y dar organicidad a ese pueblo que ya está en la calle protestando o a punto de hacerlo, para transformar esa indignación en energía y fuerza de cambio." (lo que hice fue copiar y pegar). Si el pueblo ya está en la calle protestando... etc, ¿por qué ustedes se niegan entonces a salir a la calle para acompañarlo y guiarlo hasta donde sea posible? ¿Cómo transformar esa indignación en energía y fuerza de cambio si ustedes se niegan a acompañarlo esgrimiendo tecnicismos tontos -por no decir otra palabra- como esos de "inconsultas", "unilaterales" y otras sandeces. Una fuerza que pretenda propiciar un cambio tiene que estar preparada para todas las contingencias. Las cosas no se dan en la realidad como una las tiene diseñadas en un papel. Pueda que se den, pero si no sucede así hay que tener alternativas para lo inesperado. En realidad a mí lo que me parece es que ustedes están apelando a excusas tontas para evadir responsabilidades ante otras cosas que están ocultas y creen que somos ingenuos para no darnos cuenta (rivalidades, celos ante liderazgos emergentes, miedo). Siempre estamos en aquella fatalidad de "lo que hay que hacer es esto, pero con tal que lo haga yo. Si lo hace otro, no sirve". Amigos de la MUD, los he apoyado durante todos estos años de lucha, pero me parece que ahora están dando un poco de lástima. ¿Y ustedes son la alternativa que tenemos?
Perdónenme mi sinceridad, pero si ya no soporto este gobierno que está acabando con el país, también se me está haciendo insoportable esta oposición timorata, egocéntrica y desleal que se está presentando como la solución.
Octavio Acosta Martínez"
Tienes razón en decir que mucha gente está sintiendo con respecto a la MUD lo mismo que tú tan bien expresas. También yo les he esperado mucho,si no dan muestras de cambio en los próximos meses van a tener en mi un adversario político y que no me vengan a calificar de divisionista.
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