Sobre el pago de los intereses
de prestaciones sociales
Asdrúbal
Romero M.
Son
muchísimos los aspectos que se podrían comentar sobre el tema, pero requeriría
si no un libro al menos un cuaderno. Me voy a referir a uno solo, pero
sumamente enojoso. Tiene que serlo para un ex vicerrector administrativo, que
cuando asumió su cargo, por allá en septiembre de 1996, una de las primeras
políticas que implantó en su gestión fue la del pago de las prestaciones
sociales en estricto orden cronológico. Comprendimos en aquel momento, que resultaba
humillante y enojoso que los docentes universitarios tuvieran que buscar una
vía de influencia hacia la máxima autoridad rectoral que les hiciera posible
cobrar lo que era un legítimo derecho laboral. Por supuesto que se tuvo el
apoyo de Ricardo Maldonado como rector en su primera oportunidad, porque de no
haber querido el Rector apoyar nuestra política, habría sido imposible
mantenerla. Lo importante es que desde ese año, más nunca se vulneró en nuestra
institución la política de aplicar el orden cronológico por fecha de jubilación
en cualquier pago por concepto de pasivo laboral. Fue así como cobré las
prestaciones sociales en 2005, cinco años después de haberme jubilado, y una
primera porción de la deuda por intereses de prestaciones sociales en 2007,
esperando confiada y, pacientemente, que se respetara mi lugar en mi cola.
Ahora la función de cancelar dichos pasivos la usurpó el Gobierno -porque es
realmente a cada institución universitaria a quien corresponde cumplir con sus
compromisos laborales como ente patronal- y veamos qué está ocurriendo.
Primero,
comenzaron diciendo que alterarían el criterio para el orden de la cola, ya no
sería por la fecha de la jubilación sino por la edad. Reconozco que no estuve
muy conforme con el cambio -un sentimiento natural en quien siente que la
política tradicional le beneficiaba- pero decidí no exteriorizar opinión
alguna, en respeto a los argumentos que pudieran esgrimirse en favor del orden
cronológico por edad. El primer listado me pareció cónsono con lo anunciado.
Luego se dijo que si algún beneficiario se encontraba en una situación de
emergencia médica podía introducir una solicitud de urgencia en el pago. Muy
loable, pero: es el tipo de política que se presta para el manejo discrecional
-pensé-. Un día me llaman para preguntarme si ya salí en la lista. Respondo: no
creo, si es por edad estoy lejos. Mi interlocutor me dice: pero Paris y
Gianetto ya salieron en la lista -dos ex rectores de la UCV-. Supongo que quien
me llamó estimaba que éramos contemporáneos, en verdad creo que son un poco
mayores pero relativamente próximos en edad, por lo que me sorprendí de lo rápido
que estaba avanzando el cronograma. Mis mecanismos de alerta se encendieron. Más,
cuando me dice que la noticia de que los dos ex rectores habían cobrado había
sido muy publicitada en VTV. A según, el Dr. Paris que aparecía muy feliz y agradecido mostrando,
orgullosamente, su petrorinoco. Mis niveles de suspicacia se incrementaron. ¿Qué
hace un sector político en estas circunstancias de reparto cuando quiere
favorecer a su clientela? Desbarata la transparencia del proceso y le paga a
unos figurones del bando contrario para mimetizar su operación. Comprensible
entonces que mi paranoia, como dijo un simpatizante del oficialismo en
facebook, se activara. Dice otro amigo, en la misma red social: piensa mal y
acertarás. Y la última lista publicada me aporta la certeza para decir que sí
acertamos. Veamos mis razones para denunciarlo.
Están
saliendo en las listas, profesores de menor edad que la mía, así que el
cronograma no es por edad. Profesores que se jubilaron después que yo. O sea
que tampoco es por fecha de jubilación. Entonces: ¿Cuál es el criterio? Según
una de las agraciadas por el dedo poderoso, menor que yo y jubilada a posteriori,
pero opositora, lo aclaro, la prof. Maria Luisa de Maldonado la llamó y le dijo
que todo era una loquera, que el mecanismo era al azar. ¿Sí? Azar, ratón del queso. Me pongo a
chequear las listas, la paranoia ya a millón porque antes ni les había parado a
las muy comentadas listas, el porcentaje de oficialistas beneficiados es
alrededor del 30 por ciento. El problema con estos mecanismos tramposos es que
todos nos conocemos. Incluso, con los que salen beneficiados que no son
chavistas, uno puede entretejer las relaciones que se conformaron en el pasado.
En nuestra UC, el porcentaje de profesores jubilados chavistas no debe superar
el 5%, siendo generoso, pero el porcentaje de beneficiados está en proporción
seis a uno. Ni que uno fuera pendejo para no darse cuenta de la maniobra. Si se
pusieran a esperar el cronograma verdadero para recibir su beneficio saldrían
muy pocos y las presiones deben ser muy grandes. Si Capriles gana este domingo,
como seguro estoy que será, veremos cómo el mecanismo, que hasta ahora han
intentado enmascararlo, se evidenciará grotescamente. La raspadera de la olla a
nivel universitario ya ha comenzado, veremos como en estos meses de transición
se exarcebará. Finalmente: ¿Qué deseo yo? Que al menos nuestras autoridades
rectorales y representantes gremiales protesten, denuncien lo que está
ocurriendo, hagan saber que de este lado nos hemos dado cuenta de su burda
maniobra.
Se me
olvidaba otro asunto: ¿No se debería suponer que las universidades que se
acogieron al cambio de régimen de prestaciones se beneficiaran con alguna
prioridad? Digo yo, al menos para ganar una con el bendito cambio. Pero no es
así. Los miembros de la UCV ganadores del KINO exceden por mucho a los de las
otras universidades. Los jubilados ucevistas de los años más recientes han
cobrado prestaciones que doblan o triplican las de los ucistas y al ritmo que
va la cosa también van a cobrar primero los intereses. La razón es obvia,
Caracas es Caracas, allí se concentran universitarios chavistas con mayor
capacidad de influencia política, los Merentes, Navarros, Giordanis, Eljuris,
Trinoalcides, etc. La UCV ha nutrido de más supuestos “técnicos” a este
gobierno que la UC, así que no nos extrañe el evidente y grotesco desbalance.
La verdad es que no ganamos una con el bendito cambio. El haber permitido que
existiera una política diferencial entre las instituciones ya fue una
indefendible derrota.
sin comentario!
ResponderEliminarcomo diría o parafraseando al ciudadano, "No es fácil", o como diría o parafraseando a Pérez Pirela, "Hay que andar con la sonrisa del Guasón"
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarinteligencia(organización y adaptación) Jean Piaget
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