Nada Que Perder
Asdrúbal Romero M. (@asdromero)
El joven devoraba
vorazmente la comida que le había traído un vecino. Se dirigió a mí y me comentó:
-Ya ve usted, señora.
Dios provee. ¿Qué me iba a imaginar yo esta mañana que después de pasar todo el
día guerreando este buen señor me iba a resolver?
Llegué a las
inmediaciones del distribuidor del Trigal pasado el mediodía. Desde el primer
momento me llamó mucho la atención la actividad hiperquinética de aquel
guerrero de franela, como ahora los denominan, convertido en mi interlocutor. No
paraba de guerrear, usando su expresión. Orientaba a los demás, algunos más
jóvenes. A veces, les daba órdenes. Pero nunca dudaba en ponerse al frente de
las acciones de combate.
-Esta madrugada me
levanté a las cinco. Abrí la nevera. Vacía. No había nada de comida. Me tomé un
vaso de agua para engañar al estómago y me pregunté qué hacer. ¿Ir a la
Universidad? Está cerrada. Aunque la
Rectora diga que tiene sus puertas abiertas. Decidí venirme hacia acá. ¡A
guerrear!
-¿No habías comido nada
en todo el día? –le pregunté-.
-¡Nada! Aquí no hay
comida, no hay estudio, no hay futuro señora. Ya no tenemos nada que perder.
Gracias a este señor hoy pude comer – volteando su rostro hacia el vecino con
gesto de agradecimiento-.
Casi con lágrimas en sus
ojos, una amiga me cuenta su experiencia relevante del día. Es muy triste
cuando un joven como él te dice que ya no tiene nada que perder. ¿Hacia dónde
va este país? –concluye su relato con esta pregunta hacia mí rebosante de
angustia-.
Me dijo otra cosa –mi
amiga, después de un significativo lapso de silencio-. Una vez lo agarraron los
guardias y le molieron a palos hasta cansarse. Participaba en una protesta
estudiantil. Los guardias son malos. No es como se dice ahora que se han vuelto
malos. ¡Siempre han sido malos! Ese fue el broche de oro con el que cerró mi
joven guerrero.
Este breve relato lo
concateno con un video visto hace algunos días en una red social. Habla otro
guerrero de franela pero este es barinés: “Aquí no estamos representando ningún
grupo político. No estamos llamando a la gente que está en la politiquería a
que salga a manifestar por las cuestiones que nos están pasando en Venezuela.
Somos estudiantes. Somos las personas, las cuales no tenemos insumos, no
tenemos comida, estamos cansados, no tenemos trabajo y estamos cansados de este
gobierno que nos agobia, que nos destroza y nos trata como animales”. Más
adelante en el video, otra voz nos informa que todos eran del PSUV. El grupo
termina quemando unas franelas distintivas de su adscripción anterior al
chavismo.
No hablan de
constituyente. Hablan de la crisis que a mucha gente en este país la está
llevando a un estado casi terminal. Ya me lo había argumentado un amigo con
buena visión para la política: ¿Tú crees que lo que está ocurriendo en los
estados más pobres del interior del país tiene algo que ver con la oposición
comandada por la MUD? Aquí se está gestando algo que va a rebasar, por
mucho, a los partidos. Se ha insertado
en la conciencia colectiva la creencia de que Maduro es hambre y muerte. De que
hay que tirar el resto porque, de lo contrario, no tendremos vida. ¡No habrá
nada que perder!
En el pasado, el PSUV
hizo gala de tener un mejor estetoscopio para auscultar lo que acontecía en la
Venezuela profunda. Algo les habrá quedado de esa mejor capacidad. Es muy
posible que ellos sepan, mejor que muchos analistas intelectuales de clase
media, de ese fenómeno tendiente a crear un tsunami
social que los arrollará a todos. Saben que tienen los días contados y que
necesitan, desesperadamente, crear un escenario de negociación. Por eso empujan hacia una constituyente que
también saben que es inviable. No son lo suficientemente estúpidos como para no
saber que es imposible que un 15%, a lo sumo un 20, pueda imponerle al resto
del país la celebración de un evento consustanciado con tan graves
implicaciones para el futuro de todos y extremadamente vulnerable en las
actuales circunstancias. Lo que andan buscando, simplemente, es acrecentar su
poder de negociación. Crear las condiciones para que se tenga que pagar un
mayor costo a cambio de su salida del poder.
Por eso aparentan correr.
La Tibisay, después de regodearse en anuncios de complejos cronogramas para la
celebración del Referéndum Revocatorio, ahora se ha inscrito para una carrera
de cien metros planos. Mientras los técnicos electorales allá dentro saben que
lo hace imponiéndose lapsos inviables para su gordura. Eso poco le importa. Quiere
estar en el barco de los que negocien su salvamento. Que sean los maduristas
más pendejos los que se queden pagando la abominable cuenta. En simultáneo, los
que a la luz de la dantesca realidad pretenden auto enlistarse dentro del
chavismo más puro, dudan sobre la mejor vía para desmarcarse. Algunos,
paralizados por el temor de verse víctimas en un más que improbable escenario
tipo Ruanda.
Para la sala situacional
de la cúpula corrupta, los escenarios de uno o más diferimientos para la
celebración del día C forman parte del ramillete de opciones manejables. Monitorearán con agudeza esa posibilidad. Por
un lado, les brinda la oportunidad de seguir ganando tiempo y, simultáneamente,
continuar mermando la energía de la principal columna opositora para que vaya
desapegándose de la marcha. Acrecentar su desesperanza, así sea al costo de seguir
tiñendo de rojo a la patria con la sangre de los mártires. Pero en la contraparte, continuar bluffeando y
elevando la apuesta es jugar con fuego.
En el reinado del nada
que perder existe un volcán que ha comenzado a rugir, sin alcanzar, todavía, la
energía que le obligue a liberar su magma candente. En cualquier momento hace
erupción: el hambre y la impotencia de ver cerrarse todos las vías para
sobrevivir con dignidad le nutren diariamente de más energía. Y ellos saben que
ya no tienen forma ni manera de evitar eso. Tendrán que hilar bien fino sus
posibilidades de manejar el dilema Constituyente versus Negociación a su favor.
Porque de llegar al día C, esa será una fecha muy proclive para que esa energía
potencial contenida en el lecho del volcán se libere y se una a la otra, que
aunque reprimida, se habrá mantenido intacta. De la unión surgirá una tromba,
que podría convertirse en tornado con la energía para elevar a estos dinosaurios
malignos centenares de metros y ponerlos rabiosamente a girar en el
hiperespacio de la nada.
Comparto el análisis que la Constituyente de Maduro es un instrumento de negociación, carece de lógica política y sólo es viable en un escenario de dictadura militar abierta. Todas las Constituyentes en la historia se han convocado para fundar, re-fundar una república con un proyecto político, o para reforzar el poder de un presidente. La Constituyente de Maduro a diferencia de la de Chávez, Cipriano Castro a principios del siglo XX, las de 1947, y 1961 entre otras, es crepuscular, en el ocaso del poder,inviable e inconstitucional como han señalado opositores, sectores del chavismo y la Fiscal. Como estrategia para forzar una negociación que le de tiempo al gobierno sólo es posible si el CNE convoca de manera inmediata las elecciones a gobernadores, pero observando la velocidad de deterioro del gobierno, la negociación por una parte del chavismo y sectores de las FAN apuntan en mi opinión a una transición.
ResponderEliminarPD:
Visualizar la realidad especifica de un joven venezolano y darle voz en un relato que se funde con la opinión política es un logro creativo de Asdrúbal Romero, celebro esta manera de narrar y de opinar.
El estetoscopio y "la nada" interesantes instrumentos. Saludos
ResponderEliminarCuando el "nada q perder " se convierte en el himno de quienes día a día toman las calles, por los problemas q sabemos y ud menciona , el problema es grave social y real
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