El profesor Pedro Villarroel en un comentario hecho a mi anterior "post" acierta al señalar la ausencia en mi análisis del elemento "Político" (nótese que lo pongo con P mayúscula). Le he invitado a que convirtiera su comentario en un artículo y he aquí el resultado: una reflexión que recomiendo encarecidamente leer.
EL JANO BIFRONTE EN LA CRISIS UNIVERSITARIA
“Es la
hora de aullar, porque si nos dejamos llevar por los poderes
que nos
gobiernan, y no hacemos nada por contrarrestarlos,
se puede
decir que nos merecemos lo que tenemos”
José
Saramago
Uno de los aspectos que establece la diferencia
entre civilización y barbarie, desarrollo y subdesarrollo, pragmatismo y visión
de futuro, es precisamente el manejo del tiempo. Su sistematización permite a
las organizaciones distribuir eficientemente los recursos y las estrategias
para alcanzar los propósitos hacia los fines establecidos en la visión. Por el
contrario, un inadecuado manejo del tiempo convierte a la organización en un
“cómo vaya viniendo vamos viendo” a lo Eudomar Santos, que la mineraliza, la
petrifica y en consecuencia la hace inviable. Su muerte es inevitable.
La figura del Jano Bifronte retrata la actitud
del liderazgo universitario de este momento, en una de sus caras. La cara que
se nutre exclusivamente del pasado, incapaz de poder confrontar los nuevos
contextos, las nuevas circunstancias y las situaciones derivadas de la realidad
política contemporánea y de lo más permanente en la vida de los seres humanos y
las organizaciones, como es el cambio. Esta falla de las capas tectónicas del
pensamiento es el producto de un entorno cultural refractario que genera
enmohecimiento de la capacidad de dar respuesta oportuna a los nuevos retos.
Los símbolos culturales afectan la manera como percibimos la realidad, afectan
la sensibilidad y empobrecen el mundo estético. Esto es decadencia.
El profesor Asdrúbal Romero, ex rector de
nuestra universidad, publicó en su blog un análisis de la situación universitaria
del momento. Comparto con él significativamente sus apreciaciones, no obstante
pienso que el gran ausente en el debate universitario de la coyuntura, es el
elemento político.
La estrategia del gobierno durante estos
diecisiete largos y tumultuosos años, ha sido la de aislar los sectores y
actores políticos que luchan por mejorar las condiciones de su existenciario. Esto
ocurre primeramente porque las alforjas del pensamiento y la reflexión política
se parecen a los anaqueles de los automercados, están vacíos. En segundo
término, por la imposibilidad de integrar las diversas demandas de la población
como un todo. Situación ésta que denota la carencia en nuestro liderazgo para
promover y dirigir la acción política más allá del estrecho marco de la reivindicación
salarial, elemento además que se comporta como un obstáculo epistemológico en
el desarrollo de la conciencia crítica y transformadora del trabajador
universitario.
No hemos sabido traducir el descontento que se
produce por la insostenible situación económica en una acción política tendente
a transformar la crisis nacional. El profesor Argenis Urdaneta, en el
conversatorio señalado por el profesor Asdrúbal Romero, lo caracteriza
como parálisis paradigmática que condena a las direcciones gremiales a un
ritornelo, a una rutinización de las acciones y respuestas sindicales ante la
crisis que producen resultados cero y una gran desmoralización.
Desde la Cátedra de Estudios Culturales “Profesor
Pedro Crespo”, conjuntamente con el decanato de Faces hemos dado inicio a una
serie de conversatorios que tienen como propósito activar el pensamiento
y la reflexión. Estamos ante una encrucijada histórica, la universidad y los
universitarios debemos estar a las alturas de las exigencias de nuestro tiempo.
En un régimen totalitario, militarista y populista, están negadas las
condiciones objetivas para el libre desenvolvimiento y la autonomía del ser
humano. Por eso es impensable una lucha gremial universitaria sin el análisis
del contexto político de la hora, sin generar los instrumentos teóricos propios
del entorno universitario para su transformación.
Somos luz en las tinieblas y la adversidad. Es
incomprensible actitudes ambivalentes en este momento. Debemos entender la
imposibilidad del desarrollo humano en toda su complejidad dentro de los
regímenes que propician la inacción y el vaciamiento del ser. La historia de la
humanidad es un vivo ejemplo de la lucha de grandes conglomerados humanos por
la democracia y la libertad. Allí están los casos de Alemania con Hitler, de
Italia con Mussolini, de España con Franco, de Pinochet en Chile, de Trujillo o
“chapita” en República Dominicana y en nuestro país, en el pasado reciente
Gómez, Pérez Jiménez y Chávez.
La cara del futuro del Dios Jano Bifronte
tenemos que construirla hoy los universitarios. De allí que estas discusiones
que recién se inician son el preámbulo de la construcción del futuro que todos
deseamos y aspiramos en nuestra universidad y en nuestro país.
en mi opinión el problema de la dirigencia opositora es que el análisis es simplista, ubicando un discurso que durante "diecisiete largos y tumultuosos años" no ha sabido entender la realidad del país, coincido con el prof. Urdaneta en cuanto a la parálisis paradigmática de la oposición, ojala esos conversatorios sean abiertos a todas las corrientes del pensamiento (universal) y podamos los universitarios aportar para la discusión. saludos Asdrubal
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