El miércoles pasado se instaló en el
auditorio del CEIDEC el Consejo Consultivo de Voluntad Popular Carabobo, una
experiencia innovadora que dicho partido planea extender a otros estados. Así
lo señaló el Diputado Freddy Guevara en nombre de la Dirección Nacional, quien
presidió el acto en compañía del Alcalde Alejandro Feo La Cruz, Coordinador Regional,
y otros dirigentes estadales. En nombre de los miembros del Consejo Consultivo,
me correspondió decir unas palabras sobre la razón de ser de este grupo de
pensamiento permanente que acompañará a Voluntad Popular en su gestión política.
También me referí a las razones que teníamos para conformar dicho consejo y la visión
que teníamos en cuanto al compromiso asumido, tanto por el partido como por quienes
nos integrábamos al consejo, para lograrlo convertir en una experiencia exitosa. Ojala sea
así. A continuación, comparto con los lectores de este blog mis palabras.
Palabras en el Acto de Instalación del Consejo Consultivo de Voluntad Popular (13/7/2016)
Asdrúbal Romero M. (@asdromero)
Voy a dedicar estas
breves palabras a significar la relevancia de esta decisión de instalar un
consejo consultivo, que hoy concreta Voluntad Popular a nivel de nuestro
estado, Carabobo, con el respaldo unánime de la dirección nacional.
Parto de una premisa: Los
partidos políticos son organizaciones esenciales para el buen funcionamiento de
la democracia. Pudiera esto sonar a perogrullada, pero no debemos olvidar que
en los tiempos agónicos de la Cuarta República, esta verdad fue puesta en
entredicho. Surgió lo que se ha denominado la antipolítica, que para algunos
connotados analistas fue la causa principal de todo ese complejo proceso
político que desembocó en la trágica pesadilla que estamos viviendo. De
aquellos barros estos lodos, se dice. Sin ánimo de profundizar en un debate
interminable, a grosso modo se pudiera admitir la validez de tal criterio,
repito el de que la antipolítica fuese uno de los revulsivos de lo que nos ha
traído hasta este doloroso estado de complicada resolución. No obstante, no
podemos dejar de señalar que los partidos de esa época contribuyeron a que un cúmulo de emociones de disgusto y
rechazo se fueran sedimentando, con el transcurrir del tiempo, hasta
convertirse en el sentimiento de la antipolítica.
Contribuyeron los
partidos en la medida que se fueron desconectando de la sociedad civil,
perdieron contacto con la realidad y, por ende, se fue debilitando la
identificación de los “espectadores representados” con los “actores
representantes”, hasta entrar así en una
profunda crisis de representación. Traigo a colación este rasgo incontrovertible de esa etapa
política de transición, porque en este sencillo acto que celebramos en la
mañana de hoy, Voluntad Popular, el cual es uno de los partidos emergentes que
apunta, con mayor fuerza, a ejercer un rol protagónico en la construcción de un
brillante futuro para la democracia en este país, Voluntad Popular, concreta hoy
una decisión consistente con su idea originaria de constituirse en un partido
abierto a los influjos de la sociedad civil y, en tal sentido, ir construyendo
puentes sólidos de conexión con los diversos sectores que la conforman.
Con esta decisión,
Voluntad Popular evidencia su vocación de convertirse en un partido político
moderno y pertinente para la democracia funcional que debemos reconstruir en
esta Venezuela, tan devastada en todos los sentidos. Necesitamos de partidos
que cumplan, verazmente, ese desiderátum teórico de constituirse en
organizaciones esenciales para el buen funcionamiento de la democracia.
Voluntad Popular asume el reto y la necesidad, de cara a ese cometido, de ir
avanzando, estratégicamente, en el establecimiento de canales de comunicación
bidireccional con la sociedad civil tal como el que hoy estamos activando. De
continuar en esta línea, le auguramos a Voluntad Popular ese brillante futuro
por el cual todos debemos apostar.
Para un observador como
uno de la dinámica política en el país, no sería justo, ni equilibrado, desconocer
el esfuerzo que vienen haciendo los partidos emergentes para hacer sentir su
presencia, en el ámbito de comunidades pertenecientes a los sectores sociales
más desprotegidos y vulnerables. Ese aleccionador contacto con la realidad ha
servido para ir reduciendo la brecha, por tanto tiempo abierta, entre las
organizaciones políticas y el pueblo. Es un trabajo de conexión con logros
visibles, prioritario en estos tiempos turbulentos en los que se tiene la
impresión de que casi todo el trabajo está por hacer y contamos con poco tiempo
para hacerlo. Es un trabajo absorbente, demandante de ingentes recursos, de
urgencias siempre presentes, pero que los partidos deben ser lo suficientemente
inteligentes, en su gestión organizacional, para comprender que su accionar
político no puede reducirse sólo a eso. Existen otros niveles de articulación
con la sociedad civil que deben ser atendidos, para los cuales hay que extraer
tiempo de donde no haya.
Voluntad Popular da
muestras hoy de haberlo comprendido. Porque de lo que se trata este acto es de
la instalación de un puente de conexión con otro sector importante de la
sociedad civil. Son muy pocos los partidos, es una afirmación casi eufemística
para no decir que ninguno, son muy pocos los partidos que asumen la necesidad
de contar con un grupo de pensamiento
permanente: que abastezca al partido de ideas; que nutra su debate interno y
produzca insumos para la producción de la plataforma de sus candidatos.
Vale aclarar que utilizo
la palabra plataforma en una acepción bien amplia, para englobar en ella: Uno, política
comunicacional alineada con una estructura de valores y una línea de
pensamiento del partido que deben ser explicitadas; dos, propuestas
programáticas que no se queden en meros enunciados de objetivos sino que planteen
opciones de políticas públicas y, tres, la formación necesaria de quienes se
van a dedicar a hacer el trabajo político en nombre del partido y sus
candidatos. Señalo tres de los productos más importantes, sin desmedro de algún
otro que pudiere surgir. De esto se trata la instalación de este Consejo
Consultivo.
Es un grupo externo, en
el sentido de que no está conformado por miembros adscritos a la militancia del
partido. Si se puede hablar de algún tipo de militancia, cabe decir que todos
militamos, fervientemente, en la idea de producir un cambio sustentable en la
forma como se ha venido gobernando al país. Provenimos de la sociedad civil,
algunos del sector empresarial, otros de la Academia. ¿Qué nos une?
¿Qué nos une? Si alguna
cosa buena ha producido esta crisis, este devenir continuado hacia el desastre,
es el hecho que muchos integrantes de esa sociedad civil que, anteriormente, se
mantenían un tanto apartados de la realidad interna de los partidos políticos y
de las luchas por el poder, han venido, en número progresivamente creciente,
manifestando el interés de participar en el proceso político que pueda producir
el cambio de rumbo, que saque al país de
esta ruta segura hacia el precipicio. Los que provenimos de la Academia, por
ejemplo, y me disculpan los compañeros del consejo consultivo de que por un
momento hable de un sector en particular, siendo este del que puedo hablar con
mayor propiedad habida cuenta de mi experiencia personal, los que provenimos de
la Academia, de no ser por esta profunda crisis, quizás continuásemos
enclaustrados en el mundo de los libros, las ideas y de las elucubraciones
teóricas. Lo que ha logrado la incubación de esta dantesca realidad, en la
cual, por cierto, a la Academia se le ha tratado como si fuese una piñata en fiesta
de rapaces carajitos, es que muchos hayamos internalizado la necesidad de
enfocarnos en nuestros estudios, investigaciones y pensamientos hacia el
objetivo de coadyuvar en la construcción del Hecho Político conducente al
cambio necesario en el país. Estoy seguro que los compañeros del mundo
empresarial pudieran dar fe de un proceso similar de transformación personal.
Ese creciente interés a
nivel individual de participar, se ha manifestado a través del número también
creciente de organización de grupos y actividades con la finalidad de la
discusión de temas políticos. La Política, sin ser miembros militantes de un
partido, se ha convertido en parte sustancial de nuestras vidas. A todos los
que me acompañan en la conformación de este consejo consultivo les he conocido en
un continuado compartir a través de ya varios años en este tipo de actividades:
los coffee& politics del Observatorio Venezolano de las Autonomías, los
talleres del Tren, las reuniones con las cámaras empresariales, del Grupo Pensamiento
Universitario, de la Asociación de Articulistas de Carabobo, de la
representación regional del Movimiento Independiente Democrático (MID) con su
Proyecto País Venezuela Vía Constituyente etc. Algunos escribimos regularmente
para la prensa regional, otros lo hacemos para blogs políticos que a punta de
regularidad y calidad en el tratamiento de los temas se han ganado un
reconocido espacio en la blogosfera política del país.
Nos hemos hecho
compañeros en el frecuente compartir de nuestras inquietudes y de una angustia
siempre presente: ¿Cómo contribuimos? ¿Cómo articulamos nuestro accionar con el
de los partidos que integran la Mesa de la Unidad Democrática? Debo decir que
también compartimos una cierta inclinación de simpatía hacia Voluntad Popular y
hacia su líder, Leopoldo López, por esa visión anticipada que tuvo, y que
algunos compartimos en su momento, del comportamiento dinámico exponencial que
llevaría esta crisis hacia las dimensiones explosivas que estamos sufriendo.
Qué duda puede caber, ahora, de que debimos habérsela ahorrado al país. Hemos
arribado adonde nunca debimos haber arribado. Esa cualidad de visionario de
Leopoldo López debe ser reivindicada.
Debo decir también, en
consecuencia, que Eli Yépez como scout reclutador de este grupo de voluntades
demostró sus habilidades de buen ojeador, aunque este reconocimiento lleve
implícito un auto elogio del grupo. También
algunos de nosotros con el transcurrir del tiempo nos hemos convertidos en
buenos sondeadores de intenciones. Hemos
percibido en las conversaciones realizadas con los personeros de Voluntad
Popular que tienen la responsabilidad de su coordinación a nivel regional, con
el Alcalde Alejandro Feo La Cruz, Reinaldo Marrero, Julio Castillo y Eli Yépez,
la genuina admisión de la necesidad que tiene el partido de nutrirse de puntos
de vista alternativos que el Consejo Consultivo, partiendo de las experiencias
en el mundo empresarial y de las tesis provenientes de diversos campos del
conocimiento, le puede aportar. Hemos percibido un estado de conciencia en
ellos de la necesidad de sustraerse de la gerencia de lo urgente, para darse el
tiempo para preparar al partido de cara al desafío de una nueva Venezuela.
Estamos participando en
este acto porque creemos en la sana intención por parte de Voluntad Popular de
construir una alianza ganar- ganar, que va más allá de satisfacer la demanda de
participación política de un sector, un tanto inquieto debo admitir, de la
sociedad civil, el cual es un propósito loable en sí mismo. Se trata, además,
del logro de un objetivo superior, como lo es el fortalecimiento del partido,
mediante el trabajo mancomunado con este grupo de pensamiento permanente que
hoy se integra bajo la forma de consejo consultivo.
Le pedimos a Voluntad
Popular que no nos trate como un grupo aislado dentro de una vitrina de
cristal. Hemos solicitado involucrarnos en la dinámica rutinaria del tratamiento de los problemas que
preocupan al partido, porque estamos convencidos que de esa palpación
continuada de sus ritmos internos y sus dolencias, emergerán múltiples
oportunidades para ser pertinentes, para aportar enfoques alternativos,
novedosos métodos de análisis y, sobre todo, ese escrutinio de los procesos
desde una mirada externa, que tanta falta le hace a los partidos cuando se
encuentran en una fase crítica de crecimiento y, además, inmersos en un
contexto temporal de quiebre total, de ruptura de paradigmas, de cambio de
ciclo. Me explico: de esta profunda crisis que estamos viviendo deberá emerger
una Venezuela radicalmente distinta. No sólo se trata de cambiar el modelo
rentista, sino de cambiar la forma como pensamos los ciudadanos de este país.
Habrá que cambiar el cerebro económico de los venezolanos, y el cerebro social,
y el cerebro político. Deberá emerger una Nueva Política y Voluntad Popular
debe prepararse para ser un partido de esa nueva política y administrarse los
valores anticuerpos que le hagan resistente a la contaminación con los vicios
de la vieja política. Por todo esto, es
que hemos aceptado ser consultores, no en modo pasivo, como en un cuadro de
supuestos sabios que figure en algún lugar del organigrama del partido cuando
algunos ya estamos muy viejos para la gracia, me disculpan los jóvenes
compañeros. Aspiramos a más, queremos realmente aportar, queremos ser
intensivamente consultados.
Si de alguna vitrina de
cristal tendríamos que hablar, es de la vitrina en la que, a partir de hoy, se
colocan Voluntad Popular y este consejo consultivo. Hoy arrancamos una
experiencia pionera en el país, hasta donde mi memoria alcanza, por ello otros
grupos y partidos van a estar pendientes de sus resultados. De parte nuestra
queda, del partido y de quienes hoy asumimos el compromiso de trabajar en este
consejo consultivo, el que se produzcan resultados positivos, porque sólo a
través de ellos podremos constituirnos en ejemplo para los demás. Por cierto,
en un ejemplo que sería muy sano para el desarrollo de la nueva política en
este país. Es lo que puedo decir, en nombre de mis compañeros del consejo
consultivo que hoy se instala. Las palabras corren el riesgo de dejarse llevar
por el viento, dediquémonos pues, desde ya, a trabajar por un mejor Carabobo y por una mejor Venezuela.
FELICITACIONES HERMANO MÍO. ME IDENTIFICO EN LA ESENCIA DE TUS PALABRAS. REFLEJA MUCHO DE NUESTROS INTERCAMBIOS SOBRE EL MISMO TEMA. OJALA, PARA TU TRANQUILIDAD ESPIRITUAL Y MENTAL EL PARTIDO VOLUNTAD POPULAR NO AGARRE LA RUTA DE LA ESPIRAL DE ARQUÍMIDES O CUALQUIERA DE ELLAS.
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